domingo, 21 de abril de 2013

Colores en la memoria


Aquella mañana hacía sol. Hacía mucho tiempo que no salía el sol y lo primero que hizo fue salir al porche de su casa. Sentada en la mecedora, de repente se dio cuenta de que todos los colores habían cambiado. Nada parecía igual, nada era tal y como lo conocía. Se estremeció y contempló aquellos colores en los árboles, en las montañas, en el cielo, en los pájaros e incluso en su propia falda. 
-No los dejes escapar, pronto se irán- se dijo. 
Tenía razón, los tonos se fueron difuminando hasta que todo volvió a la normalidad.
-No pasa nada, lo tengo todo grabado en mi memoria, para siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario